No debemos confundir los estudios de viabilidad económica y los estudios de opinión y mercado, aunque ambos deben de ir de la mano generalmente para una correcta toma de decisión en la apertura de un negocio.
De una forma burda podemos definir los estudios de viabilidad económica como una modelización del balance económico de una compañía, efectuado a medio o largo plazo (5, 10 o 20 años según el tipo de compañía e inversión). Normalmente los estudios de viabilidad económica se realizan antes de la apertura de una empresa para comprobar su posible éxito o prever su fracaso. En efecto, consiste en cuantificar todas las partidas de gastos posibles que tendrá la empresa y los ingresos de los que dispondrá, trazándolos en el tiempo para poder prever las diferentes tasas de retorno de las inversiones realizadas.
Lógicamente los gastos que una empresa tendría se pueden cuantificar de una manera bastante exacta, el problema está en el cálculo de los ingresos, y es ahí donde entran los estudios cuantitativos de opinión y mercado. Generalmente precisaremos de encuestas para calcular la demanda que generará el futuro negocio, producto, servicio… y predecir así los ingresos que se imputarán en ese estudio de viabilidad económica.
Los estudios de viabilidad económica muchas veces adolecen de estimaciones fidedignas del apartado de ingresos, aunque es cierto que realizando un estudio de viabilidad económica ya es un paso importante, dado que ocasionalmente con la mera observación se pueden llegar a conclusiones muy acertadas. Por poner un ejemplo real, un cliente de Investratègia quería abrir una tienda de velas en una galería comercial. El margen de beneficio de las velas era de menos de 0,5 euros y el estudio de viabilidad estimaba que hacían falta vender 2.500 velas a la semana para garantizar un equilibrio entre ingresos y gastos. En este caso sólo cuantificando el número de personas que pasaban por la galería comercial (conteo de personas que pasan por día, distinguiendo entre semana y fin de semana) se pudo comprobar que era imposible llegar a esta cifra de venta, dado que no pasaban tantas personas por la galería comercial en una semana. El estudio al ser una observación cuantitativa resultó muy económico y a la vez permitió la toma de una decisión acertada gracias al estudio de viabilidad económica. Ahora bien, generalmente las cosas no son tan fáciles, y en muchos casos la observación no es suficiente y se hace necesario realizar encuestas de diferente índole (a residentes, visitantes e incluso turistas) para cuantificar demandas generales e incorporarlas al estudio de viabilidad.
Existen empresas y profesionales muy especializados en estos estudios de viabilidad económica; Investratègia no realiza estos estudios pero cuenta con colaboradores muy solventes en este campo. Si bien es cierto que, en algunos organismos públicos, como en las agencias de desarrollo local, se presta este servicio de forma gratuita, aunque lógicamente no en la misma profundidad que cuando los realiza una empresa o profesional especializado.
En conclusión, los estudios de viabilidad económica son herramientas muy acertadas para dirimir si una inversión será rentable a medio o largo plazo, pero necesitan generalmente de un apoyo de los estudios de opinión y mercado para el cálculo de la demanda real.