Encuestas Online CAWI

Las encuestas online CAWI (Computer-Assisted Web Interviewing), se realizan a través de internet y, en consecuencia, sin ninguna interacción personal entre encuestado y encuestador. En la práctica se incluyen en esta categoría las encuestas realizadas mediante envíos y recordatorios de envíos a correos electrónicos, las realizadas con enlaces incrustados en diferentes soportes como redes sociales o páginas web, las enviadas a móviles que acceden a redes sociales en emplazamientos concretos y los paneles profesionalizados, que en este último caso recomendamos que cumplan la Norma ISO 20252 o ISO 26362 especializada en Paneles Online que garantice un sistema de captación única de panelistas (para evitar duplicados) y una amplia y precisa segmentación de perfiles (para garantizar que el entrevistado cumple con el perfil solicitado por el estudio).

Estas encuestas cuentan con ciertos pros y contras. Entre sus ventajas destaca que:

• Permite mostrar otros medios de apoyo en la encuesta, tales como: fotos, videos, tablas, etc.
• Se puede realizar a un precio mucho más económico que otros tipos de encuesta como las CAPI o CATI.
• Permite una mayor flexibilidad al entrevistado para rellenar la encuesta, ya que se puede cumplimentar a la recepción de la misma o posponerla para otro momento.
• Como no interviene la figura del entrevistador, no puede existir esta influencia directa.
• A colación de lo anterior, no necesita control de los encuestadores.
• Los resultados se obtienen con cierta rapidez.
• Permite acceder a universos dispersos geográficamente o de difícil acceso (siempre y cuando se disponga de una base de datos de correos electrónicos adecuada).

Sus inconvenientes más importantes son:

• Su bajo índice de respuesta, dado que no existe un encuestador que convenza al encuestado a que participe en la encuesta, es muy fácil que la persona que recibe la encuesta la desestime rápidamente.
• Del mismo modo, la calidad de la encuesta puede resentirse, porque el encuestado puede realizar contestaciones con menor sinceridad o plantear respuestas evasivas, difíciles de detectar sin el control del encuestador.
• Pueden existir deformaciones por lectura.
• No existe ningún control de las influencias externas: el encuestado puede estar contestando en entornos poco propicios para hacerlo e incluso con personas junto a él que condicionen sus respuestas.
• La extensión óptima del cuestionario es mucho más reducida que la encuesta personal CAPI, aunque superior a la telefónica CATI.
• La latente brecha digital excluye a parte de la población, especialmente a personas mayores, lo que pone en cuestión la representatividad de la muestra.
• Los paneles y envíos de correos electrónicos (en este último caso si se cargan los datos del encuestado al sistema) permiten controlar la cuota exacta, pero resulta imposible hacerlo en enlaces insertados en webs o redes sociales (en estos casos los controles de las cuotas se deben insertar en el cuestionario y lógicamente es imposible controlar fehacientemente que el encuestado ha marcado su cuota exacta).
• No existen datos de control directos: al no existir la figura del encuestador, no se pueden controlar ciertos aspectos directos, por ejemplo: una vez el encuestado recibe el correo puede derivarlo a otra persona para que lo responda, o responder de forma aleatoria sin leer los enunciados.

Algunas de las anteriores limitaciones pueden reducirse, por ejemplo, en lo referente a la contestación aleatoria o sin prestar atención al enunciado, se pueden insertar preguntas trampa (especialmente en baterías) que identifiquen la incorrecta cumplimentación del encuestado y anulen la encuesta. En lo referente a la pérdida de representatividad por bajos índices de respuesta o por brecha digital, se puede ponderar la muestra para equilibrarla.

En conclusión, su rapidez, precio y alcance hacen que este tipo de encuestas sean atractivas para aquellas compañías o instituciones que desean unos resultados rápidos, de un universo muy disperso, siempre que esté controlado y bien informado. Aunque lo recomendable es combinarlas con encuestas telefónicas CATI o personales CAPI para conseguir por un lado abaratar el precio total de estudio, gracias a las encuestas CAWI y, por otro, alcanzar una buena segmentación, un perfecto control de cuotas, y por extensión una adecuada representatividad poblacional, con el complemento de encuestas CATI y CAPI. Estas combinaciones se denominan Encuestas Multicanal.